Con el paso del tiempo, la tecnología Wi-Fi ha mejorado sustancialmente, ofreciendo nuevas y muy amplias soluciones. Hoy en día, ofrece soluciones integrales para todos los tipos de usuarios de red, especialmente en lo que refiere a las redes profesionales.
En la actualidad, en las oficinas donde trabaja una gran cantidad de personas, se suelen usar puntos de acceso Wi-Fi. Por el contrario, en los espacios donde hay menos usuario, es probable que se usen routers de Wi-Fi y extensores de red. A continuación, veremos las distintas funciones que permite cada una de las opciones.
¿Qué es un punto de acceso?
Lo que se conoce como punto de acceso es un dispositivo que lo que hace es crer una red de área local inalámbrica. En general, se encuentra en las oficinas, en los espacios de trabajo, las empresas y en los edificios; aunque puede encontrarse en distintos sitios que posean grandes dimensiones o una gran cantidad de usuarios.
Un punto de acceso se conecta a un router, a un hub o a un switch a través de un cable de Ethernet, proyectando una señal Wi-Fi en un área designada. Un ejemplo claro es si se desea habilitar un acceso a Wi-Fi en una zona de vestíbulo de una empresa u oficina, pero no se cuenta con un router que pueda cubrirla. En ese caso, lo que se puede hacer es instalar un punto de acceso cerca de la recepción, conectándolo luego con un cable por el techo a la sala del servidor.
Por su parte, existe lo que se llama extensor de red. Como su nombre lo indica, este incrementa el alcance de una red Wi-Fi que ya existe. Se conecta inalámbricamente a los routers Wi-Fi, por lo que es necesario emplazarlos donde la señal del router Wi-Fi sea fuerte.
¿Por qué los puntos de acceso son buenos para las empresas?
Si bien es cierto que los extensores de red son muy útiles para las redes Wi-Fi domésticas, no son lo suficientemente eficientes cuando se trata de redes profesionales modernas. Eso se debe a que solamente pueden dar servicio a u número muy limitado de dispositivos a la vez. Normalmente, este número no supera los 20 usuarios.
Es cierto que los extensores de red lo que hacen es aumentar la cobertura de un router. No obstante, no aumentan el ancho de banda que se encuentra disponible en la red.
Los puntos de acceso, por su parte, son capaces de operar con hasta 60 conexiones simultáneas por cabeza. Al instalar puntos de acceso en toda la extensión de la oficina, lo que se logra es que los usuarios puedan moverse con total libertad de una sala a otra, sin que eso implique que se interrumpa el servicio. A medida que se desplazan por el edificio, sus dispositivos van conmutando sin complicaciones, desde un punto al siguiente, sin que la conexión se debilite o se interrumpa.